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Para otros usos de este término, véase El Señor de los Anillos (desambiguación).
El Señor de los Anillos
Autor J. R. R. Tolkien
Género literario Novela
Subgénero Fantasía heroica
AnneauUnique
El Anillo, hilo conductor de la novela.
Edición original en inglés (1954)
Título original The Lord of the Rings
Editorial George Allen & Unwin
País Bandera del Reino Unido Reino Unido
Edición traducida al español (1978)
Traducción Luis Domènech,
Matilde Horne y
Rubén Masera
Editorial Ediciones Minotauro
Ciudad Capellades (Barcelona)
País Plantilla:Geodatos España
ISBN ISBN 84-450-7032-0
Páginas 1.368
(en tres tomos más apéndices)
Ciclo de la Tierra Media
Precedido por El hobbit

El Señor de los Anillos (título original en inglés: The Lord of the Rings) es una novela de fantasía épica escrita por el filólogo y escritor británico John Ronald Reuel Tolkien.

La obra había sido planteada como una secuela de la anterior novela de Tolkien, El hobbit, pero terminó por convertirse en una historia de mucho más alcance y extensión. Fue escrita por etapas entre 1937 y 1949, y se publicó por primera vez en el Reino Unido en tres volúmenes entre 1954 y 1955. Desde entonces, ha sido reimpresa en numerosas ocasiones y traducida a muchos idiomas,[1] convirtiéndose en una de las obras más populares de la literatura del siglo XX.[2] Además, ha sido adaptada en varias ocasiones al cine, a la radio y al teatro.

La historia de El Señor de los Anillos se desarrolla en la Tercera Edad de la Tierra Media, un lugar ficticio poblado por Hombres y otras razas humanoides (Hobbits, Elfos y Enanos), así como por muchas otras criaturas reales y fantásticas. La novela cuenta el viaje del protagonista principal, el hobbit Frodo Bolsón, para destruir el Anillo Único y la consiguiente guerra que provocará el enemigo para recuperarlo, ya que es la principal fuente de poder de su creador, el Señor Oscuro Sauron.

Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo.
Siete para los Señores Enanos en casas de piedra.
Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir.
Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,
un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
J. R. R. Tolkien, El Señor de los Anillos

Junto con otros escritos de Tolkien, El Señor de los Anillos ha sido objeto de multitud de aproximaciones críticas sobre sus orígenes, influencias y temas literarios.

La historia narrada en la novela es sólo la última parte de una mitología que Tolkien había comenzado en 1917, cuando se encontraba en el hospital tras haber caído enfermo durante la Primera Guerra Mundial, y en la que estuvo trabajando el resto de su vida.[3]

La gran y duradera popularidad de El Señor de los Anillos ha dado lugar a numerosas referencias en la cultura popular, la fundación de sociedades por muchos fans de los trabajos de Tolkien y la publicación de muchos otros libros sobre el autor y sus obras.[4]

Contexto[]

Archivo:Map of Beleriand es.svg

Mapa de Beleriand.

Si bien es cierto que El Señor de los Anillos fue concebida como una continuación de El hobbit, argumentalmente lo es de El Silmarillion, obra que relata los acontecimientos de los Días Antiguos, predecesores de los hechos de la Tercera Edad; allí se construye toda la trama del legendarium. La Primera Edad es la edad de los Elfos y la Segunda Edad es la del ascenso de los hombres de Númenor y su caída posterior, pero también es la de la construcción de una cultura netamente humana (con sus limitaciones) en una tierra permanentemente jaqueada por el mal. Es por ello que en la Tercera Edad, esa cultura se va adueñando de la Tierra Media y transformándola en un lugar en donde, una vez vencido el Mal Absoluto, los Hombres encuentran su verdadera dimensión. Tolkien la define como la Edad de los Hombres y el Fin de los Días Antiguos.

El Señor de los Anillos es, en este sentido, una metáfora que implica la culminación de un largo proceso, que da origen a la humanidad actual, con toda su carga mítica pero también histórica. La Creación de Arda, la implantación del Mal como modelo de la dominación absoluta y su continuidad a través de las edades, la lucha de los Elfos y su alianza con los Edain por conservar Beleriand, la derrota del primer Señor Oscuro Morgoth y el ascenso de Sauron, el ascenso y caída de Númenor, la construcción de los Anillos de Poder, la instalación de los reinos númenóreanos en la Tierra Media, y, finalmente, la derrota de Sauron, están plasmados en El Silmarillion como un contexto que sustenta la épica de Frodo y la Comunidad del Anillo.

Si El Silmarillion es un relato de un proceso histórico-mítico, en El hobbit se narra un acontecimiento de ese proceso. Este no es un mero hecho histórico, es nodal y significativo; porque en la obra se conoce cómo aparece el Anillo Único entre los Hobbits. Una inocente historia para niños (aunque fundada en el legendarium) se convierte en el elemento desencadenante del fin de la Tercera Edad. Fortuitamente y en el marco de un viaje para rescatar un tesoro de la mano del dragón Smaug, el hobbit Bilbo Bolsón se convierte en Portador del Anillo. Allí Tolkien, al adaptar esa obra infantil a El Señor de los Anillos, delinea la cultura y por ende el temple, que llevará a Frodo a ser el protagonista principal del cierre del proceso iniciado en los Días Antiguos.

Personajes principales[]

Nombre Raza Resumen
Aragorn Dúnadan
del Norte
También llamado "Trancos", Estel o Elessar, es el hijo de Arathorn II y Gilraen, y el trigésimo noveno heredero del Rey Isildur de Arnor por línea directa. Tras la temprana muerte de su padre, se convirtió en el Capitán de los Dúnedain del Norte y se crió en Rivendel, donde allí conoció y se enamoró de Arwen, la hija de Elrond. En uno de los numerosos viajes que realizó como montaraz, conoció a Gandalf y se hizo amigo suyo, ayudándole en varias ocasiones.
Bilbo Hobbit Hijo de Bungo Bolsón y Belladonna Tuk, es el protagonista de la novela El hobbit, en la cual es convencido por Gandalf y un grupo de Enanos para embarcarse en una aventura en la que acabó encontrando el Anillo Único, hasta entonces en manos de Gollum. Tras la muerte de su primo segundo, Drogo, y de su esposa, Bilbo adoptó al hijo de ambos, Frodo, al que acabó convirtiendo en su heredero.
Boromir Dúnadan
del Sur
Hijo primogénito del senescal de Gondor, Denethor II, y de Finduilas. Tuvo un sueño profético sobre el Anillo Único, que le llevó hasta Rivendel y a participar así en el Concilio de Elrond.
Elrond Peredhil
(Medio Elfo)
Señor y fundador de Rivendel, hijo de Eärendil y Elwing, y hermano gemelo de Elros, de quien descendieron los reyes de Númenor, Gondor y Arnor. Como Peredhil eligió pertenecer a la raza de los Elfos y así se convirtió en el heraldo del Rey Gil-galad de los Noldor. De él recibió el anillo Vilya, con el cual protegió Rivendel de los ojos del enemigo.
Éomer Rohirrim Tercer Mariscal de la Marca, sobrino del Rey Théoden de Rohan y hermano mayor de Éowyn. Con la muerte de sus padres, fue adoptado por su tío y, más tarde, tras morir su primo Théodred, se convirtió en el heredero al trono.
Éowyn Rohirrim Sobrina del Rey Théoden de Rohan y hermana menor de Éomer. Tras la muerte de sus padres, fue adoptada por su tío y vivió con él en el castillo de Meduseld. Allí y debido a su hermosura, despertó la curiosidad del consejero de Théoden, Gríma, que la deseaba en secreto.
Faramir Dúnadan
del Sur
Capitán de los montaraces de Ithilien, segundo hijo de Denethor II y Finduilas y, por tanto, hermano menor de Boromir. Su padre siempre prefirió a Boromir y solía despreciar a Faramir, pero esto no impidió que los hermanos estuvieran muy unidos.
Frodo Hobbit Protagonista de la novela, hijo de Drogo Bolsón y Prímula Brandigamo. Tras la muerte de sus padres, su tío Bilbo le adoptó y le nombró su heredero, hecho que le llevó a poseer el Anillo Único.
Galadriel Elfa Perteneciente al linaje de los Noldor, es hija de Finarfin y Eärwen. Llegó a la Tierra Media durante el Huida de los Noldor y allí vivió un tiempo en el Reino de Doriath, donde conoció al que sería su esposo, Celeborn. Durante la Segunda Edad del Sol, le fue entregado uno de los tres anillos élficos, Nenya. Tras la muerte del Rey Amroth de Lothlórien, Galadriel y Celeborn se hicieron cargo de gobernar dicho bosque.
Gandalf Maia Llamado Olórin en Aman, fue enviado a la Tierra Media en la Tercera Edad del Sol junto otros cuatro Maiar, formando así la Orden de los Istari, cuyo objetivo era combatir a Sauron y proteger de él a los habitantes de la Tierra Media. El Elfo Círdan, que fue testigo de su llegada, le entregó uno de los tres anillos élficos, Narya. Hizo numerosos sus viajes y trató de conocer a todos los pueblos de la Tierra Media, hecho que le condujo a la Comarca y a Bilbo, desencadenando así las historias narradas en El hobbit y El Señor de los Anillos.
Gimli Enano Hijo de Glóin, uno de los Enanos que aparecen en El hobbit junto a Thorin. Vivía en Erebor y acompañó a su padre hasta Rivendel, para acabar así formando parte de la Compañía del Anillo.
Gollum Hobbit
deteriorado
Anteriormente llamado Sméagol, era un hobbit de la rama de los Fuertes, que vivía en los Campos Gladios. Un año, mientras pescaba con su primo Déagol en el río Anduin, éste encontró el Anillo Único en el fondo del río y Sméagol le asesinó para hacerse con él. Tras ser desterrado por su pueblo, Sméagol vagó sin rumbo y acabó refugiándose en la Montañas Nubladas, donde el Anillo alargó su vida de forma antinatural y su poder casi le consumió por completo.
Legolas Elfo Hijo del Rey Thranduil de los Elfos del Bosque Negro. Fue a Rivendel para entregar un mensaje de su padre: la criatura Gollum, que había sido apresada y entregada por Gandalf a Thranduil para que lo vigilara, había conseguido escapar. Acabó participando así en el Concilio de Elrond y formando parte de la Compañía del Anillo.
Merry Hobbit Hijo del Señor de Los Gamos, Saradoc Brandigamo, y de Esmeralda Tuk. Primo y amigo de Frodo.
Pippin Hobbit Hijo del Thain de la Comarca, Paladin Tuk, y de Eglantina Ribera. Primo y amigo de Frodo.
Sam Hobbit Hijo de Hamfast Gamyi y Campanilla Buenchico. Jardinero de Bolsón Cerrado y fiel amigo y protector de su amo Frodo.
Saruman Maia Fue enviado a la Tierra Media en la Tercera Edad del Sol, como líder de los Istari. Sin embargo, se desvió de su misión y trató de encontrar el Anillo Único para él, aliándose con Sauron al usar la palantír de Orthanc.
Théoden Rohirrim Rey de Rohan, hijo de Thengel y Morwen. Tras asumir el trono, su consejero Gríma, que a la vez era servidor de Saruman, fue debilitando su mente y enfermándole mediante venenos.

Partes[]

La novela está dividida en tres partes, La Comunidad del Anillo, Las dos torres y El retorno del Rey; además cuenta un libro de apéndices. A pesar de esta división, el libro no es una trilogía y al propio Tolkien le molestaba que lo llamaran así, ya que, en un principio, estaba escrito para formar un solo tomo pero debido a su longitud y coste, la editorial George Allen & Unwin decidió dividirlo en tres. Las únicas divisiones naturales que hizo Tolkien son los libros I-VI.[5]

La Comunidad del Anillo[]

Artículo principal: La Comunidad del Anillo

Es el primero de los tres volúmenes que forman la obra. Está subdividido a su vez en dos partes, precedidas de un prólogo. Tras éste, Tolkien introdujo un pequeño apartado titulado Nota sobre los archivos de la Comarca, que no apareció hasta la segunda edición de La Comunidad del Anillo,[6] y donde enumera las fuentes que se supone que han sido usadas a la hora de escribir el libro (ya que él pretende dar a entender que su legendarium fue real).

En un principio, Tolkien estableció que el volumen se llamara Crece la Sombra,[7] pero decidió cambiarlo por El retorno de la Sombra.[8] No obstante, diez días después de esta elección, decidió cambiarlo de nuevo por el definitivo, La Comunidad del Anillo, ya que éste se adecuaba más a la trama.[9]

Los libros I y II, de los que consta este volumen, tuvieron también en un principio título: El Anillo se pone en camino y El Anillo va al Sur, respectivamente. En un manuscrito del libro que se conserva en la Universidad Marquette de Milwaukee, Estados Unidos, en el índice aparecen dos títulos diferentes: El primer viaje y El viaje de los nueve compañeros,[7] Sin embargo, éstos títulos para los libros fueron finalmente anulados en la versión publicada.

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Artículo principal: Prólogo de El Señor de los Anillos

Precediendo las dos partes de las cuales se encuentra formada La Comunidad del Anillo, Tolkien escribió un prólogo dedicado a los Hobbits, pues, como dicen las primeras palabras de la novela, les consideraba los principales protagonistas de ésta. Debido a la gran importancia que Tolkien le dio, tardó más de diez años en completarlo y esto no ocurriría hasta poco antes de la publicación de La Comunidad del Anillo.[6]

Escribió la primera versión del prólogo entre los años 1938 y 1939, muy poco después de comenzar a componer la historia de El Señor de los Anillos, aunque esta versión era aún muy pobre.[6] A raíz del desarrollo de la novela completa, el prólogo experimentó grandes cambios, existiendo varias versiones, de las cuales algunas fueron publicadas por Christopher Tolkien en los libros El retorno de la Sombra y Los pueblos de la Tierra Media.

La versión final del prólogo está formada por cuatro secciones:

  • «De los Hobbits»: es el único lugar donde se puede encontrar la historia de los Hobbits antes de los acontecimientos de El Señor de los Anillos, además de un análisis sobre sus principales características físicas, hábitos y su cultura.
  • «De la hierba para pipa»: describe una de las principales aficiones de los Hobbits, fumar en pipa, y los orígenes de este hábito.
  • «De la ordenación de la Comarca»: describe las principales divisiones geográficas de la Comarca, su política y sus servicios públicos.
  • «Del descubrimiento del Anillo»: aquí Tolkien ofrece un resumen de El hobbit, haciendo especial hincapié en la parte en la que Bilbo descubre el Anillo Único y su encuentro con la criatura Gollum.

Libro I[]

La obra comienza con la noticia de la celebración del 111º cumpleaños de Bilbo Bolsón en la Comarca. Sin embargo, para Bilbo, esta gran fiesta tenía como motivo principal su partida hacia su último viaje, producto del deseo de terminar sus días en paz y tranquilidad. El mago Gandalf, amigo de Bilbo y quien estaba informado de la decisión del hobbit, también acudió a la fiesta. Tras el discurso pronunciado por Bilbo, éste se puso su anillo mágico y desapareció ante los sorprendidos hobbits. Gandalf, que sabía bien lo que acababa de hacer Bilbo, le encontró en Bolsón Cerrado y allí tuvo una pequeña discusión con él, ya que se negaba a dejar el Anillo junto con el resto de la herencia a su sobrino Frodo; sin embargo, el mago acabó convenciéndole y Bilbo al fin partió. Entonces, debido a las dudas que le estaba ocasionando el Anillo, Gandalf parte en busca de información sobre él, no sin antes informar a Frodo de que lo guarde y no lo toque.

Archivo:Colina de Hobbiton.jpg

Hobbiton en Matamata (Nueva Zelanda), escenario de la adaptación de El Señor de los Anillos de Peter Jackson.

Casi veinte años después, Gandalf regresa a Bolsón Cerrado y le cuenta a Frodo lo que había descubierto sobre el Anillo: que se trataba del mismo que el Rey Isildur de Arnor le había arrebatado al Señor Oscuro Sauron y que muchos años después había sido encontrado por la criatura Gollum tras haberse perdido en el río Anduin durante el Desastre de los Campos Gladios. Entonces el mago le aconseja a Frodo que lleve el Anillo a Rivendel, pues los Nazgûl, servidores de Sauron, lo estaban buscando, y allí los sabios decidirían sobre su destino. Junto con su jardinero, Sam Gamyi, Frodo traza un plan para salir de la Comarca con el pretexto de irse a vivir a Los Gamos; pero el plan acaba siendo descubierto por otros dos amigos, Pippin y Merry, que deciden acompañarle también.

Tras adentrarse en el Bosque Viejo con el fin de evitar los caminos, los hobbits son atrapados por el Viejo Hombre-Sauce, un ucorno, que les tiende una trampa; sin embargo, son salvados por un misterioso personaje llamado Tom Bombadil. Tras pasar unos días en su casa, los hobbits partieron de nuevo hacia Bree, pero acabaron perdidos debido a la niebla y llegaron a las Quebradas de los Túmulos. Allí son capturados por los Tumularios, pero de nuevo, tras cantar Frodo una canción que Tom Bombadil le enseñó, éste acude en su ayuda y les salva, dándoles unas armas tumularias para que pudieran defenderse en su viaje.

Una vez en Bree, los hobbits fueron a El Poney Pisador, donde, accidentalmente, Frodo se puso el Anillo, alertando así a los Nazgûl que les perseguían. Gracias a un amigo de Gandalf, llamado Aragorn, y al hobbit Nob, pudieron salvarse cuando los Nazgûl atacaron la posada esa noche. Al día siguiente, acompañados por Aragorn, los hobbits partieron hacia Rivendel. En su parada en Amon Sûl, los Nazgûl les atacaron de nuevo, esta vez hiriendo a Frodo de gravedad. Tras combatirles, pudieron escapar y llegar cerca del vado de Bruinen, donde se encontraron con Glorfindel, un Elfo de la casa de Elrond, que los acompañaría hasta Rivendel. De nuevo perseguidos, Glorfindel se adelantó llevando Frodo montado en su caballo, Asfaloth, y, al llegar al río, los Nazgûl fueron arrastrados por su corriente gracias al poder de Rivendel.

Libro II[]

Días después, Frodo despertó ante Gandalf en Rivendel y éste le contó lo ocurrido con los Nazgûl y como unos Elfos llevaron a Frodo hasta Elrond y él se encargó de su curación. Luego le informó sobre la celebración de un concilio al que acudirían representantes de los distintos pueblos de la Tierra Media y donde tratarían lo ocurrido y el tema del Anillo. En él, Gandalf revela la traición de Saruman, a quien fue a pedir consejo y le retuvo preso en Isengard, y tras decidir que el Anillo debía ser destruido en los fuegos de Orodruin, Frodo se ofreció a llevarlo hasta allí. Sam, que a pesar de no estar invitado al Concilio había escuchado todo a escondidas, se ofreció a acompañar a su amo, y más tarde, Elrond decidiría que Gandalf, Aragorn, Merry, Pippin, un Enano llamado Gimli, el Príncipe Legolas de los Elfos del Bosque Negro, y el heredero a la senescalía de Gondor, Boromir, le acompañarían también, formando la que fue llamada la Comunidad del Anillo.

Archivo:Mt.Caradhras.jpg

El Monte Cook (Nueva Zelanda) representa el Caradhras en la adaptación de El Señor de los Anillos de Peter Jackson.

Dos meses después, la Comunidad inició el viaje. Pasando por Acebeda (la antigua Eregion), llegaron hasta las Montañas Nubladas y decidieron cruzarlas por el Caradhras, ya que cuanto más se acercaran al paso de Rohan, más cerca estarían de Isengard y de ser capturados por Saruman. Sin embargo, ante la posible muerte de los hobbits debido al mal clima de la montaña, la Comunidad se vio obligada a dar la vuelta y a atravesar las montañas por las minas de Moria. Camino a las minas, la Comunidad fue atacada por los lobos de Sauron, pero consiguieron rechazarlos y llegar hasta la Puerta Oeste de Moria. Allí fueron atacados por el Guardián del Agua, un monstruo parecido a un kraken, que se había asentado en un lago cercano a la puerta, que les encerró dentro de las minas. Poco después llegaron a la Cámara de Mazarbul, donde estaba la tumba de Balin, el Señor de Moria, y donde Gandalf encontró un libro en el que un Enano narraba los acontecimientos ocurridos en Moria y como el pueblo había sido aniquilado por los Orcos. Entonces, comenzaron a oírse tambores y numerosos Orcos aparecieron. Tras derrotar a unos cuantos, la Comunidad logró escapar y llegar hasta el Puente de Khazad Dûm. Allí, un nuevo y más poderoso enemigo apareció, un Balrog, al cual Gandalf se enfrentó y logró arrojar por el puente; sin embargo, mientras caía, el Balrog cogió a Gandalf con su látigo y le arrastró con él hacia el abismo.

Apenados por la muerte de Gandalf, los miembros de la Comunidad llegaron al Bosque de Lórien, donde el Elfo Haldir y sus hermanos les dieron cobijo y les condujeron hasta Celeborn y Galadriel, los señores del Bosque. Tras pasar un mes descansando allí, la Comunidad partió en tres barcas élficas siguiendo el curso del río Anduin. En Sarn Gebir fueron alcanzados por los orcos que Saruman creó en Isengard, pero lograron esquivarlos cruzando a la otra orilla del río. Al llegar a los prados de Parth Galen, a los pies del Amon Hen, Frodo se apartó de los demás para reflexionar sobre si seguía solo el camino hacia Mordor, ya que no quería poner en peligro a sus amigos. Boromir, que llevaba tiempo deseando el Anillo, le siguió y le trató de convencer para que no destruyera el Anillo y lo llevara a su ciudad, Minas Tirith, para que fuera usado en la defensa contra Sauron. Ante la negativa del hobbit, Boromir intentó quitarle el Anillo y Frodo se lo puso para huir de él. Entonces Boromir se dio cuenta de lo que había hecho y regresó junto al resto de la Comunidad para contárselo. Todos salieron en busca de Frodo y Aragorn ordenó a Boromir que siguiera a Merry y a Pippin para protegerlos, mientras él seguía a Sam. Sin embargo, Sam encontró a Frodo a orillas del río y partió con él en una de las barcas, antes de que Aragorn les encontrara.

Las dos torres[]

Es el segundo de los tres volúmenes. En un principio, Tolkien lo tituló El Anillo en la Sombra,[7] aunque, poco después, lo cambió por La Sombra se alarga.[8] Diez días después de este cambio, Tolkien escribió a su editor, Rayner Unwin, y le propuso el título Las dos torres, que finalmente sería el escogido.[9] Con respecto a que dos torres se refiere en este título, Tolkien no lo dejó claro. En esa misma carta, el autor le decía a Unwin que la identidad de las torres queda en la ambigüedad, pues podría referirse a Orthanc y Barad-dûr (las dos torres relacionadas con el enemigo), a Minas Tirith y Barad-dûr (las dos torres más poderosas de cada bando), o a Orthanc y Cirith Ungol (las dos torres que aparecen en los últimos momentos de la trama de cada libro).[9] En una carta posterior, Tolkien asegura que se tratan de Orthanc y Cirith Ungol, pero debido a la importancia dada a la oposición entre Barad-dûr y Minas Tirith, la identidad quedaba equívoca.[10]

El libro está subdividido a su vez en dos partes, los libros III y IV, que durante el tiempo que Tolkien decidió que los seis libros llevaran nombre, estos dos fueron bautizados como La traición de Isengard y El Anillo va al Este, respectivamente.[7] Sin embargo, en el manuscrito conservado en la Universidad Marquette, los títulos que aparecen son: La traición de Isengard y El viaje de los portadores del Anillo.[7]

Libro III[]

Tras la huída de Frodo y Sam en Parth Galen, Boromir muere a manos de los Uruk-hai mientras protegía a Merry y Pippin, los cuales son apresados por los sirvientes de Saruman. Aragorn, Legolas y Gimli deciden entonces perseguirles con el fin de rescatar a los dos hobbits.

A partir de ese momento, la narración se divide en varias partes: por un lado, la persecución de los tres cazadores y por otro, las peripecias de Merry y Pippin en manos de los Orcos. En la primera, los tres cazadores se encuentran con el Éored Rohirrim de Éomer, Mariscal del Reino de Rohan, quien les informa sobre la Batalla en los Lindes de Fangorn en donde, aparentemente, habrían perecido los dos Hobbits. Esta parte culmina cuando Aragorn descubre huellas, en el campo de batalla, que los llevan a internarse en el Bosque de Fangorn y a reencontrarse con Gandalf, ahora convertido en el Mago Blanco.

Archivo:TREEBEARD.jpg

Representación de Bárbol con los hobbits Merry y Pippin.

En la otra, Merry y Pippin van dejando señales para que los cazadores los rescaten, pensando en ardides para escapar, sufriendo la tortura y el cansancio. Al final, los Hobbits consiguen escaparse en medio de la batalla y refugiarse en el bosque de Fangorn, donde se encuentran con Bárbol, un Ent. Éste los lleva al interior del bosque a su casa (una vez que descubre que no se trata de Orcos),ayudándolos a reponerse de las fatigas y enterándose de las noticias del mundo exterior. Al otro día, el Ent convoca a una asamblea de sus congéneres para definir lo que harán ante el peligro que representa Saruman para Rohan y por ende a Gondor y al Oeste.

Luego del reencuentro con Gandalf, los tres cazadores más el mago se dirigen a Edoras, en donde liberan a Théoden de la influencia maligna que ejercía el Mago de Isengard a través de su sirviente Gríma. Frente a la inminencia del ataque de Saruman, Gandalf aconseja al Rey de Rohan replegarse al Abismo de Helm para defender mejor el territorio, cosa que así hacen. Mientras preparan el repliegue, el mago se va de Meduseld con la intención de seguir una estrategia prefijada para derrotar a su oponente. En esta parte, se produce la Batalla del Abismo de Helm en donde las fuerzas combinadas de Rohirrim y Ucornos, tras la oportuna llegada de Gandalf con Rohirrim del Folde Oeste, derrotan por completo al ejército de la Mano Blanca.

Estas historias confluyen en los últimos 4 capítulos, del libro III: tras la batalla, una comitiva integrada por Théoden, Gandalf, Aragorn, Légolas, Gimli, Éomer y una treintena de caballeros, parten hacia Isengard. Al llegar son recibidos, para sorpresa de todos (menos de Gandalf) por Merry y Pippin, que están sentados en los escombros de las Puertas de Isengard. Los hobbits disfrutan de un segundo desayuno mientras cuentan a sus amigos todas las experiencias vividas desde su separación, y relatan como los Ents derrotaron a Saruman y destruyeron Isengard.

Archivo:Cavalier-rohan.jpg

Representación de un caballero de Rohan.

Más tarde, se dirigen a Orthanc para mantener un diálogo con el Mago Blanco, que quedó atrapado dentro de la torre. La intención de Gandalf era darle otra oportunidad a Saruman para que se retractara de sus actos y los ayudara a vencer a Sauron. Pero él se niega y entonces deciden dejarle en custodia de Bárbol y encerrado en Orthanc. Previo a ello, Gríma arroja un objeto que Gandalf se apresura a guardar entre sus ropas, quitándoselo a Pippin.

Pippin, intrigado y curioso con el objeto que Gandalf guardaba celosamente, y aprovechando que todos dormían en el campamento de Dol Baran, toma el objeto y sin saber que se trataba de la Palantir de Orthanc, lo mira quedando atrapado por la mirada de Sauron, puesto que este estaba comunicado con Barad-dûr. Tras tener horribles visiones, involuntariamente el hobbit revela a Sauron la estrategia de Gandalf. Esta desafortunada acción obliga al mago a llevar a Pippin a Minas Tirith, capital del Reino de Gondor, para ponerlo a salvo del Señor Oscuro y para preparar la defensa de la ciudad ante la precipitación de los acontecimientos.

Libro IV[]

Tras su separación del resto de la Comunidad, Frodo y Sam emprenden el camino hacia Mordor por las Emyn Muil. Tras varios días vagando en busca de caminos que les permitieran descender hacia el este, se encuentran con Gollum, que había estado siguiéndolos desde Moria. Frodo acaba consiguiendo, primero bajo amenazas y luego con argumentos convincentes, que la criatura les guíe hacia Mordor.

Tras salir de Emyn Muil y atravesar la Ciénaga de los Muertos, llegan hasta la Puerta Negra. Sin embargo, la enorme cantidad de enemigos custudiándola les imposibilita entrar en Mordor por ella y, por consejo de Gollum, los viajeros deciden tomar camino hacia el paso de Cirith Ungol, que se suponía menos vigilado por Sauron.

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Dibujo de Ithilien, por Matěj Čadil.

En Ithilien, y debido a un descuido de Sam, que no había apagado el fuego usado para hacer la comida, Faramir y un grupo de montaraces los atrapan y ponen bajo custodia, mientras libraban una escaramuza con las tropas del Harad. Gollum, que había escapado cuando Frodo y Sam son descubiertos por los montaraces, acaba siendo capturado también ante los ojos de Frodo, hecho que hace que la criatura se sienta defraudada y traicionada por su "amo", desatando así, que vuelva a aparecer su personalidad obsesionada con el Anillo. Al descubrir Faramir la existencia del objeto, y por lo tanto, el motivo del viaje, comienza a debatirse en contradicciones sobre qué hacer con él, aunque finalmente y contra las leyes de su reino, el capitán deja libre a los hobbits para que continúen su marcha.

En el valle del Morgul, Gollum desaparece varias veces, planeando su traición y yendo a hurtadillas a preparar el terreno. Tras llegar al desfiladero de Cirith Ungol y ver la salida de las tropas del Rey Brujo, que marchaban hacia Minas Tirith, los viajeros parten por la Escalera Recta hacia Mordor. Tras ascender, entran en Torech Ungol, donde Gollum vuelve a desaparecer para alertar a Ella-Laraña, una araña gigante, sobre la presencia de los hobbits. Estos son atacados justo cuando descubren una salida; Frodo es picado por la araña y entra en un estado de inconsciencia que se asemeja a la muerte, que no llega a ocurrir gracias a la intervención de Sam, que lucha contra la araña y la obliga a huir, malherida.

Sam, al ver a su amo aparentemente muerto, decide continuar con la misión él solo y tras tomar el Anillo Único, emprende el camino hacia el Morgai; pero solo había recorrido unos metros cuando ve que el cuerpo inerte de Frodo es llevado por unos Orcos. Afortunadamente, Sam les oye comentar entre sí que Frodo no está muerto, sino solo inmovilizado por el veneno de la araña. Oculto por el Anillo, el hobbit marcha hacia la Torre de Cirith Ungol para rescatar a su amo.

El retorno del Rey[]

Es el tercero de los tres volúmenes. A la hora de su publicación, se dudó entre que se llamara La Guerra del Anillo o El retorno del Rey; los editores encontraban el último, comercialmente, atractivo, y Tolkien prefería el primero, ya que no revelaba excesivamente la trama y, sobre todo, el final de la historia.[9] No obstante, Tolkien acabó cediendo al nombre que preferían los editores.

El volumen también está subdividido a su vez en dos partes, los libros V y VI, que en un principio llevaban los títulos La Guerra del Anillo y El fin de la Tercera Edad,[7] antes de ser anulados.

En un principio, la novela acababa con un epílogo en el que se veía a Sam, a su mujer y a sus hijos años después de la Guerra del Anillo, y el cabeza de familia les leía una carta de Aragorn, ya coronado Rey, que en pocos días haría una visita a la frontera de la Comarca. No obstante, Tolkien, convencido por otros, decidió no incluir este epílogo,[11] a pesar de que él lo consideraba necesario.[12] Christopher Tolkien recogería el epílogo y sus distintas versiones en el cuarto volumen de La Historia de El Señor de los Anillos, El fin de la Tercera Edad.

Libro V[]

Comienza relatando el viaje de Gandalf y Pippin hacia Minas Tirith, montados a lomos de Sombragrís. Tras una cabalgata de varios días, llegan a la ciudad y se presentan ante el Senescal Denethor. Pippin le cuenta a éste los sucesos ocurridos en Parth Galen, incluyendo la muerte de su hijo, y acaba ofreciéndole sus servicios como pago por la deuda de gratitud hacia Boromir.

Mientras tanto, de camino a Edoras, Aragorn y el Rey Théoden se encuentran cerca de los Vados del Isen con Halbarad, los hijos de Elrond y una compañía de Montaraces del Norte. Éstos le transmiten a Aragorn el consejo de la dama Galadriel y, junto con ellos, decide tomar el Sendero de los Muertos por donde pueden llegar al sur de Gondor y así intentar detener a los Corsarios de Umbar, que, habiendo tomado la ciudad y puerto de Pelargir, se disponían enviar una flota de apoyo al Rey Brujo. Legolas y Gimli también parten con Aragorn hacia el Sendero y allí convocan a los Muertos de El Sagrario para que éstos, que debían cumplir con un Juramento hecho a Isildur en el pasado para librarse de su maldición, les acompañaran en su lucha contra los Corsarios.

Al quinto día de estadía de Gandalf y Pippin en Minas Tirith, una sombra espesa oculta la luz del sol y da comienzo el sitio de Gondor por parte del ejército del Rey Brujo. Faramir es obligado a retirarse de su puesto en el Rammas Echor y huye hacia la ciudad, donde informa a Gandalf sobre Frodo y el camino que ha tomado para entrar a Mordor. Denethor, que comienza a mostrar los primeros síntomas de locura, envía a su hijo de regreso al Rammas Echor en una misión imposible para intentar detener al enemigo. La misión fracasa y Faramir regresa gravemente herido por el Hálito Negro de los Nazgûl, hecho que termina por enloquecer a Denethor, quien decide llevar su cuerpo a la Casa Mortuoria de los Senescales en Rath Dinen con la intención de que ambos fueran quemados en una pira funeraria. Pippin, tras presenciar el ataque de locura de Denethor, acude en busca de Gandalf. Mientras tanto, los ejércitos del Rey Brujo terminan de sitiar la ciudad y se lanza un ataque contra la Gran Puerta de Minas Tirith, que es derribada con la ayuda de un gigantesco ariete, llamado Grond. Entonces el Rey Brujo entra en la ciudad y Gandalf, que dirigía la resistencia, sale a su encuentro, enfrentándose cara a cara con el Nazgûl.

En Rohan, Théoden reúne a sus tropas en un lugar conocido como El Sagrario. Durante la cena, el Rey recibe la visita de Hirgon, un emisario del Senescal Denethor, que le trae la Flecha Roja, una señal por la cual Gondor demandaba ayuda a Rohan ante casos de necesidad. Esto, junto con la espesa nube negra enviada desde Mordor que cubrió toda la región del sur del río Anduin, apresuró la movilización del ejército de Rohan y seis mil lanceros se dispusieron a partir hacia Minas tirith. Merry es liberado de los servicios al Rey Théoden, debido a que su tamaño les supondría un problema a la hora de encontrar un caballo veloz para él y sería un estorbo para cualquier jinete que lo llevara en su grupa. Cuando el ejército estaba partiendo, un jinete que se hace llamar Dernhelm, tomó a Merry y lo montó con él, ocultándole entre los ropajes. El ejército se vio obligado a acampar en el Bosque de Drúadan, ya que según los batidores, algunas millas más adelante les esperaba un ejército de Orcos. Gracias a la ayuda de Ghân-buri-Ghân, el jefe de la raza de los Drúedain, que habitaba en dicho bosque, los Rohirrim tomaron un camino alternativo y, al sexto día de cabalgata, llegaron al Rammas Echor. Théoden dispuso las tropas y se lanzó al ataque, justo en el momento en el que el Rey Brujo penetraba en Minas Tirith.

Fue entonces cuando comenzó la Batalla de los Campos de Pelennor. Los Rohirrim hicieron retroceder al enemigo y los hombres de Gondor rompieron el sitio, saliendo a luchar a campo abierto. Durante la batalla, el Rey Brujo ataca a Théoden y su caballo, Crin Blanca, se asusta, volteando a su jinete y cayendo sobre él. Pero cuando el Nazgûl se disponía a rematar al Rey, Dernhelm se interpone entre ellos y revela su verdadera identidad, Éowyn, la sobrina de Théoden y hermana de Éomer. Merry, que estaba observando la escena, toma su espada y le da al Nazgûl una estocada en el tendón, mientras Éowyn, con un brazo malherido, descarga un golpe con su espada sobre el yelmo del Rey Brujo, que muere. Entonces llegan a Harlond los barcos de los Corsarios, y sorprendidos, los Orcos ven como bajan de ellos Aragorn, Legolas y Gimli, acompañados de cientos de hombres del sur de Gondor que se suman a la batalla y consiguen la victoria.

Gandalf no participa en gran parte de la Batalla pues, alertado por Pippin, vuelve al Sexto Círculo de Minas Tirith a tratar de detener a Denethor. Al llegar a Rath Dinen se traba en lucha con el enloquecido Senescal y logra rescatar al moribundo Faramir, mas no a Denethor que muere en la pira.

Entonces, los capitanes de los ejércitos deciden, por idea de Gandalf, desviar la atención de Sauron para que Frodo pueda cumplir su misión, y, con las fuerzas que les quedan, se dirigen hacia la Puerta Negra. Una vez allí y tras negarse a las condiciones de Sauron, se inicia la batalla.

Libro VI[]

Debido a la codicia que despertó entre ellos la cota de malla de mithril de Frodo, los Orcos de Cirith Ungol acabaron matándose entre ellos, facilitando así el rescate de su amo por parte de Sam. Disfrazados con ropajes de Orcos, los hobbits emprenden el viaje hacia el Orodruin, durante el cual son incorporados a una tropa de Orcos, aunque poco después logran huir.

Tras dos días de marcha y después de haberse deshecho de todo peso inútil, llegan a los pies del Monte del Destino. Al borde del agotamiento, Sam comienza a trepar la montaña cargado con el cuerpo casi exánime de su amo, debido al agotamiento producido por el Anillo. Pasada la mitad del sendero, son atacados por Gollum y mientras Sam se hace cargo de él, Frodo continúa ascendiendo; pero Sam es incapaz de matar a la criatura y le deja marcharse cuesta abajo. Sam va entonces en busca de Frodo y llega a los Sammath Naur, donde le encuentra al borde de la Grieta del Destino. Sin embargo, el Anillo termina de apoderarse de la voluntad de Frodo y, tras negarse a arrojarlo a la lava, se lo pone. En ese momento reaparece Gollum, que deja medio inconsciente a Sam y lucha contra un invisible Frodo, arrancándole de un mordisco el dedo anular de la mano, con el Anillo en él. Tal es la alegría de Gollum por haber recuperado su tesoro que, sin darse cuenta, se cae por la grieta, muriendo y destruyéndose así el Anillo. Sauron es derrotado por fin, junto con todas sus obras, y el Orodruin estalla en llamas, consumiendo en el aire a los Nazgûl, que en esos momentos se dirigían allí a por el Anillo.

Mientras tanto, en la Puerta Negra, los guerreros de Rohan y Gondor aprovechan el desconcierto de los enemigos para contraatacar y les derrotan.

Días después, Sam y Frodo despiertan en Ithilien. Habían sido rescatados de las laderas del Orodruin por Gwaihir y dos águilas más que fueron conducidas por Gandalf hasta el lugar. Tras recuperarse físicamente, se dirigieron a Minas Tirith, donde asistieron como héroes a la coronación de Aragorn y a la unión de éste con Arwen, la hija de Elrond. Éomer se convirtió en el nuevo rey de Rohan, y su hermana Éowyn se casó con Faramir, que fue nombrado senescal.

Tras acudir al funeral del Rey Théoden en Edoras, los miembros de la Compañía pusieron rumbo a Rivendel y durante el viaje fueron tomando caminos distintos. En su paso por Orthanc, Bárbol les informó de que había dejado escapar a Saruman, a quien más tarde encontraron en las Tierras Brunas junto a Lengua de Serpiente, y ambos se negaron a recibir ayuda. Una vez en Rivendel, Frodo se reencontró con Bilbo, que le entregó el Libro Rojo de la Frontera del Oeste para que lo continuara, escribiendo sobre sus aventuras. Un mes más tarde, los cuatro hobbits y Gandalf iniciaron el camino de regreso hacia la Comarca, aunque el mago solo les acompañó hasta el Bosque Viejo y entonces se marchó para visitar a Tom Bombadil.

Al llegar a la Comarca, los hobbits la encontraron tomada por Dunledinos que seguían las órdenes de Saruman. Sin embargo, Frodo, Sam, Merry y Pippin, con ayuda de otros hobbits, acaban derrotando a los invasores en lo que se conoció como la Batalla de Delagua. En Hobbiton, encuentran a Saruman y a Grima, y éste último, cansado de las humillaciones del primero, le da muerte, siendo a su vez muerto a flechazos por los hobbits. Tras ello, comienza el llamado Saneamiento de la Comarca, donde tuvo lugar la reconstrucción de la Comarca.

Un año después y como había sido previsto en Rivendel, Frodo, acompañado por Sam, se encuentra en el Bosque Cerrado con Gandalf, Elrond, Galadriel, Bilbo y una comitiva de Elfos y juntos viajan hacia los Puertos Grises. Allí, los esperaban Círdan, Merry y Pippin y tras una dolorosa despedida, Frodo, Bilbo, Elrond, Gandalf, Galadriel y los elfos parten en un barco hacia las Tierras Imperecederas.

Apéndices[]

Artículo principal: Apéndices de El Señor de los Anillos

Los apéndices de El Señor de los Anillos recogen de una serie de historias cortas sobre el legendarium de Tolkien, cronologías, genealogías y notas sobre las lenguas ficticias del libro:

  • Apéndice A: recoge unos anales sobre los gobernantes del legendarium de Tolkien, desde Númenor, pasando por Gondor y Arnor, hasta la Casa de Eorl y la Casa de Durin. Además de listar dichos gobernantes, narra breves relatos sobre la historia sobre cada Casa. Por último, recoge un fragmento de la historia de amor entre Aragorn y Arwen.
  • Apéndice B: recoge una cronología de la Segunda y la Tercera Edad del Sol, haciendo especial hincapié en los hechos que se narran en El Señor de los Anillos. También se recogen los pocos acontecimientos conocidos de la Cuarta Edad, aunque fechados según el Cómputo de la Comarca.
  • Apéndice C: recoge los árboles genealógicos de distintas familias Hobbit, entre las que se encuentran los Bolsón, los Brandigamo, los Tuk, y la familia de Sam Gamyi. En éste último entran, además de los propios Gamyi, los Coto y los Cavada.
  • Apéndice D: recoge una explicación sobre los distintos calendarios que se usan en la Tierra Media.
  • Apéndice E: recoge las reglas de escritura, ortografía y pronunciación de las Tengwar y las Angerthas, los tipos de letras usados en las lenguas creadas por Tolkien para su obra.
  • Apéndice F: recoge un texto en el que Tolkien habla sobre las lengua de los distintos pueblos de la Tierra Media en la Tercera Edad y sobre su traducción.

Composición[]

Archivo:Tolkien 1916.jpg

El autor, J. R. R. Tolkien, en 1916.

El Señor de los Anillos fue iniciado como una secuela de El hobbit, una historia de fantasía publicada en 1937, que en un principio había sido escrita por Tolkien para sus hijos.[13] La popularidad de El hobbit hizo que la editorial George Allen & Unwin le pidiera a Tolkien más historias relacionadas con la novela y, de esta forma, el autor comenzó a escribir la que se convertiría en El Señor de los Anillos y que no acabaría hasta once años después, en 1948.[14]

En un principio, Tolkien no tuvo la intención de escribir una secuela de El hobbit y en su lugar se ofreció a su editorial varios cuentos infantiles, como Roverandom, escrito por Tolkien algunos años atrás.[15] Sin embargo, a lo que Tolkien dedicaba más tiempo era a esbozar la historia de Arda, que ya inició en 1917.[3] El autor murió antes de que pudiera terminar y preparar este trabajo, hoy conocido como El Silmarillion, pero su hijo Christopher editó su trabajo, lleno de lagunas, y lo publicó en 1977. Algunos biógrafos de Tolkien consideran El Silmarillion como el verdadero "trabajo de su corazón",[16] puesto que es al que más tiempo dedicó en toda su vida y es el que proporciona el contexto histórico y lingüístico de su obra más popular, El Señor de los Anillos.

A pesar de ello, Tolkien acabó siendo persuadido por Stanley Unwin, presidente de la editorial George Allen & Unwin por aquel tiempo, para que escribiera la continuación de El hobbit y, en diciembre de 1937, empezó a desarrollarla.[17]

En un primer momento, Tolkien escribió varias versiones de una historia en la que Bilbo Bolsón, el protagonista de El hobbit, había gastado todo el tesoro que encuentra en dicha novela, e iba en busca de otra aventura para ganar más. Sin embargo, Tolkien recordó el Anillo y sus poderes y decidió escribir sobre ello, aunque conservando muchas cosas de las versiones descartadas.[18] También decidió sustituir a Bilbo como protagonista principal, primero creando a su hijo, Bingo, pero descartándole también, ya que generaba algunas cuestiones difíciles, como la creación de una esposa para Bilbo y el motivo de que ésta no estuviera en la historia. Así fue como surgió el personaje de Frodo, también llamado Bingo en un principio.[18] Técnicamente, Tolkien hizo que Frodo fuera el primo segundo de Bilbo, pero debido a la diferencia de edad, ambos se consideran a si mismos tío y sobrino respectivamente. A partir de aquí, la historia tomó rumbo, aunque estuvo sometida a constantes revisiones y modificaciones.

Debido al carácter perfeccionista de Tolkien y a que era interrumpido con frecuencia debido a sus obligaciones académicas, especialmente las de examinador,[19] la escritura de la novela fue lenta y a intervalos de tiempo. Tolkien iba enviando copias de los capítulos acabados a su hijo Christopher, a su amigo C. S. Lewis y al hijo de Unwin, Rayner, que le servían como críticos. Tras haber reescrito la historia en tres ocasiones desde el principio hasta la llegada a Rivendel, en 1940, abandonó su redacción durante un tiempo, dejando a la Comunidad del Anillo, aún sin Legolas y Gimli, ante la tumba de Balin en Moria.[20] En enero de 1941, reinició la escritura hasta antes de 1943, año que de nuevo estuvo casi en blanco. En abril de 1944, comenzó a escribir el libro IV y avanzó rápidamente, acabándolo en junio.[21] En octubre, Tolkien comenzó con el libro V, que le llevó bastante tiempo, y, a principios de diciembre, le envió una carta a Stanley Unwin en la que le comunicaba la posibilidad de que la novela estuviera acabada antes de que finalizara el año.[22] Sin embargo, subestimó el alargado final que estaba elaborando, que, junto con sus obligaciones y la escasez de papel debido a la posguerra, le impidió finalizarla.[14] El Señor de los Anillos se terminó de manera efectiva en 1948, pero Tolkien estuvo revisando el trabajo hasta 1954, el mismo año de la publicación.[11]

Una vez finalizada la obra, hubo alguna disputa entre Tolkien y la editorial George Allen & Unwin, hecho que llevó al primero a ofrecer El Señor de los Anillos a HarperCollins.[23] Sin embargo, la editorial acabó rechazándola debido a su extensión y a las presiones de Tolkien,[24] y finalmente, George Allen & Unwin fue la encargada de su publicación.

Tras el masivo éxito de El Señor de los Anillos, Tolkien consideró una secuela titulada La nueva Sombra, que se sitúa en los días del reinado de Eldarion, hijo de Aragorn. Tolkien nunca fue muy lejos con esta secuela, ya que tenía más que ver con la naturaleza humana que con la lucha épica, y las pocas páginas que se escribieron fueron publicadas por Christopher Tolkien en Los Pueblos de la Tierra Media.[25]

Influencias[]

El Señor de los Anillos fue desarrollado por Tolkien como una exploración personal de sus intereses en filosofía, religión (particularmente el Catolicismo Romano) y cuentos de hadas, así como en mitología nórdica, pero también es decisiva la influencia de los efectos de su servicio militar durante la Primera Guerra Mundial.[26] Tolkien creó un completo y muy detallado universo de ficción (), en el que fue establecido El Señor de los Anillos, y muchas partes de este mundo están influenciadas por otras fuentes, como él admitió abiertamente.[27]

Tolkien describió El Señor de los Anillos a su amigo, el jesuita inglés Robert Murray, como un trabajo fundamentalmente religioso y católico, de manera inconsciente al principio, pero de forma consciente durante la revisión.[28] Hay muchos temas teológicos subyacentes a la narrativa, incluyendo la batalla del bien contra el mal, el triunfo de la humildad sobre el orgullo y la actividad de la gracia divina. La saga incluye también temas en los que se incorporan la muerte y la inmortalidad, la misericordia y la piedad, la resurrección, la salvación, el arrepentimiento, el sacrificio, la voluntad, la justicia, el compañerismo, la autoridad y la curación. Además, la oración del Padre nuestro "No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal" estuvo presente en la mente de Tolkien cuando describió la lucha de Frodo contra el poder del Anillo Único.[29] Sin embargo, el propio Tolkien afirmó que durante la revisión de la obra eliminó toda referencia a la religión, ya que quería que los elementos religiosos quedaran absorbidos en la historia y el simbolismo.[28]

Archivo:Georg von Rosen - Oden som vandringsman, 1886 (Odin, the Wanderer).jpg

Odín el Caminante, una de las influencias principales para Gandalf.

Los temas religiosos no cristianos también tienen fuertes influencias en la Tierra Media de Tolkien. Las mitologías del norte de Europa son tal vez las influencias más conocidas. Sus Enanos están basados en gran medida en Norse, la mitología nórdica, y muchos personajes recibieron nombres de ella misma: Thorin, Dwalin, Balin, Kili, Fili, Bifur, Bofur, Bombur, Dori, Nori, Ori, Oin, Gloin, Thrain, Thror, Dain, Nain y Durin (todos Enanos) están sacados de Edda, dos recopilatorios de Snorri Sturluson en los que recoge distintas historias de dicha mitología.[30] También el nombre de Gandalf está derivado de la mitología nórdica, pero su figura está particularmente influida por la deidad germánica Odín, en su encarnación como Vegtamr, un anciano de larga barba blanca, con un sombrero de ala ancha y un bastón de caminante; Tolkien afirma que concibe a Gandalf como un "caminante odínico".[31]

Se ha dicho en numerosas ocasiones que Tolkien también toma prestados elementos de la saga Völsunga, que es la base de la serie de óperas de Richard Wagner, Der Ring des Nibelungen, también llamada El anillo del nibelungo; especialmente, se ha dicho que el Anillo Único está influido por un mágico anillo de oro, el Andvarinaut. Sin embargo, en una carta que Tolkien escribió a la editorial George Allen & Unwin donde criticaba el comentario que se había introducido para la traducción al sueco de la novela y donde se hacía referencia a estas influencias, les decía que la única semejanza entre su Anillo y el Andvarinaut era que “ambos anillos eran redondos” y concluía con que la saga escandinava “No tiene absolutamente nada que ver con El Señor de los Anillos”.[32] La mitología finlandesa, y más concretamente la epopeya Kalevala, si que fueron reconocidas por Tolkien como influencias en la Tierra Media.[33] De forma similar a El Señor de los Anillos, el tema del Kalevala se centra en torno a un objeto mágico de gran poder, el Sampo, que otorga gran fortuna a su propietario, pero nunca se hace evidente su naturaleza exacta. Al igual que el Anillo Único, el Sampo es combatido por las fuerzas del bien y del mal, y acaba siendo destruido al final de la historia. Otro paralelismo es el mago del Kalevala, Väinämöinen, que tiene muchas similitudes a Gandalf en sus orígenes inmortales y en su sabia naturaleza, y en ambas obras, los magos parten al final en un barco a las tierras más allá del mundo mortal.[34] Tolkien también basa el quenya, una de las lenguas élficas, en el finés.[35] Por el contrario, la otra lengua élfica, el sindarin, está basada en el galés, siendo la estructura fonética de ambas son muy similares.[36]

Archivo:Beowulf and the dragon.jpg

Ilustración de Beowulf luchando contra un dragón.

El poema épico anglosajón, Beowulf, es otra de sus principales influencias. A Tolkien le gustaba mucho esta obra e incluso hizo una traducción y una interpretación sobre ella, encontrada años después de su muerte.[37] El pueblo de Rohan está inspirado en los míticos pueblos anglosajones de Beowulf, su cultura, organización social, características físicas y carácter, con la excepción de su vínculo con los caballos.[38] Su lengua, el Rohírrico, está inspirada en el anglosajón, también conocido como Inglés antiguo[38] y algunos de nombres de los Rohirrim derivan directamente de éste, por ejemplo Éomer (“famoso en el mundo de los caballos”) y Éowyn (“orgullo de los caballos”).[39]

El Macbeth de William Shakespeare es otra de las influencias de Tolkien. La destrucción de Isengard por parte de los Ents se inspiró en el acto V de la obra, donde el bosque de Birnam, ataca el castillo de Dunsinane. Éste hecho sorprendió a Tolkien cuando, en su época de colegial, acudió a la representación de Macbeth; sin embargo, quedó decepcionado cuando se descubre que eran hombres camuflados con ramas y no el bosque el que se movía. De este modo, en su obra decidió que los árboles fueran de verdad a la guerra, como criaturas reales.[40] Además, la forma de andar y hablar del Ent Bárbol, está inspirada en su amigo, el también escritor C.S. Lewis.[41]

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El Molino de Sarehole.

A un nivel más personal, algunos lugares están inspirados en la infancia de Tolkien en Sarehole y Birmingham,[42] especialmente la Comarca de los Hobbits, que era, en palabras del mismo Tolkien, "una «parodia» de la Inglaterra rural",[43] inspirada por la idílica ideología de la Alegre Inglaterra,[44] que se basa en un modo de vida pastoril que los habitantes de Inglaterra habrían disfrutado en algún punto entre la Edad Media y el comienzo de la Revolución Industrial. El molino de Sarehole, hoy día convertido en un museo, fue la inspiración para la fábrica construida por los hombres de Saruman en sustitución del molino de la familia Arenas, y la cercana reserva natural de Moseley Bog sirvió probablemente de inspiración para el Bosque Viejo. La industrialización de la Comarca está basada en el testimonio de Tolkien sobre la extensión de la Revolución Industrial en Warwickshire durante su juventud, y, especialmente, las consecuencias deletéreas que provocó.[44] Otros de estos lugares que influyeron a Tolkien son las torres victorianas de Edgbaston Waterworks y Perrott's Folly, bajo cuya sombra vivió durante su orfandad e inspirarían las imágenes de las torres oscuras de Orthanc y Minas Morgul.[45]

Publicación[]

Publicación en inglés[]

La novela como tal fue encargada en 1939 por Stanley Unwin, presidente de la editorial George Allen & Unwin por esa época, que, con el deseo de aprovechar el éxito que había tenido El hobbit, le pidió a Tolkien una continuación.[46] Una vez acabado, El Señor de los Anillos fue juzgado por la editorial y le dieron el visto bueno, aunque no estaban convencidos de que fuera a gustar al público, ya que era una composición con un estilo mucho más adulto y maduro que El hobbit.[47] Tolkien trató de aprovechar la publicación de El Señor de los Anillos para que El Silmarillion, con el cual llevaba muchos años trabajando y ya fue anteriormente rechazado por la editorial,[46] fuera publicado también; sin embargo, George Allen & Unwin no estaban dispuestos a hacerlo y Tolkien ofreció las obras a HarperCollins en 1950.[23] Milton Waldman, miembro directivo de dicha editorial, se mostró interesado por ambas, pero, en la primavera de 1952, decidió rechazarlas finalmente debido a su extensión y a las presiones de Tolkien, que empezaba a perder la paciencia ante las demoras de la publicación.[24]

Finalmente, George Allen & Unwin fue la encargada de publicarla. Debido a la gran carestía de papel como consecuencia de la postguerra, la editorial propuso a Tolkien dividir la novela en tres tomos, con el objetivo publicarlos con al menos un año de separación para abaratar los costes de su publicación.[48] El autor nunca estuvo muy de acuerdo con esta decisión y su terquedad le costó vivir contando cada centavo durante más tiempo. A pesar de ello y aún sin los apéndices y mapas, los libros fueron publicados, La Comunidad del Anillo el 29 de julio de 1954, Las dos torres el 11 de noviembre del mismo año, y El retorno del Rey casi un año después, el 20 de octubre de 1955. Más tarde, en 1966 se agregó a El retorno del Rey un volumen con los apéndices.

Publicación en español[]

El libro tardó más de veinte años en traducirse al español. El responsable de ello fue un editor llamado Francisco Porrúa, quien, a principios de la década de 1970, dirigía en Argentina una pequeña editorial de literatura fantástica llamada Minotauro, fundada por él mismo en 1954[49] y que, por ese entonces, era un apéndice de la editorial Sudamericana. Porrúa, conociendo la importancia de la obra en el mundo anglosajón, no dudó en tratar de conseguir los derechos y para ello contactó con la familia Muchnik, quien tenía en su poder los derechos de la obra en español y que ya había publicado El hobbit, pero que no así El Señor de los Anillos por falta de dinero.[50] Fue así, que en 1973 y por una suma cercana a los 1.500 dólares, Porrúa le compró los derechos a la familia y se puso manos a la obra para publicarla.[50]

En esos años, la situación económica y social de Argentina era muy compleja, y, junto con la demora de la editorial Sudamericana, Porrúa decidió trasladar Minotauro a España.[50] Así, consiguió publicar la primera edición en español de La Comunidad del Anillo a finales de 1977, la de Las dos torres en noviembre de 1979 y la de El retorno del Rey en abril de 1980, todas con ilustraciones de Tolkien en la portada.[51] Los encargados de la traducción fueron Luis Domènech y Matilde Horne, aunque del primer volumen sólo se encargó Domènech.[52] Los apéndices, sin embargo, no se editaron hasta 1987 y estos fueron traducidos por Rubén Masera.[51]

Las posteriores ediciones se realizaron íntegramente en España. Así, en 1991, salió al público una edición de bolsillo, con dibujos en la portada de John Howe, que se reimprimió 32 veces, hasta el año 2003. En 1993, se imprimió en un solo volumen los tres libros, esta vez con ilustraciones de Alan Lee. La más reciente, es una edición de bolsillo de los tres libros más apéndices, con dibujos de John Howe y Ted Nasmith, que se imprimió en el año 2006.[51] Cabe aclarar que en todas las impresiones, salvo la de los apéndices fueron respetadas las traducciones de la primera edición.

Crítica[]

Antes de la publicación de El Señor de los Anillos, la editorial George Allen & Unwin e incluso el propio Tolkien temían una avalancha de críticas en contra de la novela;[53] no obstante, recibió comentarios tanto malos como buenos, que van desde terrible a excelente. Entre las críticas, dominaban aquellas que tachaban la obra de infantil: el crítico estadounidense Edmund Wilson calificó la obra en el periódico The Nation como "basura adolescente",[54] mientras que el escritor Edwin Muir decía que todos los personajes eran como niños que nunca llegarían a la pubertad.[55] Otras críticas se debieron a la relación que Tolkien tenía con el escritor C.S. Lewis, que por aquella época era bastante impopular entre los críticos debido al tratamiento que daba a la religión en sus novelas.[55] Tolkien le pidió a Lewis que escribiera un comentario sobre El Señor de los Anillos para su sobrecubierta y muchos la vieron como propia de un bufón, debido a la comparación que hacía entre Tolkien y el poeta Ludovico Ariosto.[54]

"Jamás ha sido proyectado ningún mundo que a la vez sea tan variado y tan comprometido con sus propias leyes internas. Si Ariosto rivalizase en invención (que de hecho no lo consigue) todavía le faltaría su seriedad heroica."
C.S. Lewis[54]
Archivo:Birdandbaby.jpg

El bar The Eagle and Child, lugar de reunión de los Inklings.

Algunos autores de ciencia ficción, como David Brin o Michael Moorcock, también criticaron la obra. Éste último se convirtió en uno de los principales detractores de Tolkien y, en los años 1960, lideró un movimiento que consideraba obsoleta la lucha del Bien contra el Mal tal y como se presenta en El Señor de los Anillos. En su ensayo Pooh épico, Moorcock tacha a Tolkien de conservador, critica su percepción de la Alegre Inglaterra y califica la novela de infantil, además de compararla con Winnie the Pooh, el oso de la saga infantil creada por Alan Alexander Milne.[56] Incluso dentro del propio grupo literario de Tolkien, los Inklings, los comentarios fueron diversos. Tolkien, al igual que los demás miembros, leía en las reuniones algunos de los textos que iba escribiendo y Hugo Dyson, por ejemplo, se quejó durante una de las lecturas de El Señor de los Anillos diciendo "Oh no! Not another fucking elf!" («¡Oh no! ¡Otro jodido elfo no!»).[57]

A pesar de ello, para Tolkien la recepción de la novela fue mejor de lo esperado[58] por opiniones como la de Herbert Dingle, que le elogiaba en The Guardian: "Haber creado una épica romántica tan emocionante, con su propia mitología y diversidad de personajes y paisajes, con esa enormidad de imaginación para la invención y descripción, y tal sentido sobrenatural subyaciendo a la abundancia de incidentes, es un hecho más que remarcable";[54] o la del periódico The Sunday Times que afirmaba que "El mundo se divide entre aquellos que han leído El hobbit y El Señor de los Anillos y aquellos que están a punto de leerlos",[59] Además, las ventas de la novela vencieron a las críticas, ya que cosechó un enorme e inesperado éxito.

Años después de la publicación de la novela, comenzaron a aparecer algunas críticas que la calificaban, e incluso al propio Tolkien, de racista y fascista,[55] principalmente a causa de que las razas del bando bueno eran blancas, mientras que aquellas que estaban del lado de Sauron eran de piel morena. El escritor Fred Inglis intentó demostrar en uno de sus ensayos que El Señor de los Anillos era un mito protofascista.[55] Sin embargo, las declaraciones hechas por Tolkien durante su vida contradicen estas acusaciones; durante la Segunda Guerra Mundial, el autor expuso en varias ocasiones su desacuerdo con las ideas del fascismo,[60] mientras que en una carta escrita tras una entrevista que le habían hecho, el autor expresaba su ofensa ante la sugerencia de que la Tierra Media correspondía con la Europa nórdica, ya que el término "nórdica", de origen francés, estaba asociado a teorías racistas.[61]

"Guardo en esta guerra un ardiente rencor privado contra ese cabal ignorante, Adolf Hitler. Arruina, pervierte, aplica erradamente y vuelve por siempre maldecible ese noble espíritu nórdico, suprema contribución a Europa, que siempre amé e intenté presentar en su verdadera luz."
J. R. R. Tolkien en una carta a su hijo Michael (9 de junio de 1941)[60]

En España e Hispanoamérica, los diarios y suplementos literarios ignoraron la publicación de El Señor de los Anillos y la novela no obtuvo casi críticas; algunos medios se centraron simplemente en comentar el éxito de la novela en Inglaterra y Estados Unidos.[62] Sin embargo, a pesar de ello, se venden una media de 50.000 ejemplares anuales y la versión cinematográfica del director Peter Jackson aumentó considerablemente estas cifras.[50]

En 1997 se realizó una macroencuesta en las librerías Waterstone's de Reino Unido y en la cadena de televisión Channel 4 para elegir al mejor libro del siglo y El Señor de los Anillos fue el ganador.[63] De nuevo las críticas volvieron a surgir y algunos llegaron a acusar a la Sociedad Tolkien de haber amañado la encuesta.[53] El propio biógrafo de Tolkien, Humphrey Carpenter, se unió al grupo que hizo esta acusación.[53] Sin embargo, nuevas encuestas hicieron silenciar las acusaciones; en la realizada por el periódico Daily Telegraph, la novela volvió a salir ganadora y Tolkien como mejor autor.[53] Dos meses después, los miembros de la editorial Folio Society eligieron El Señor de los Anillos como la mejor obra de todos los siglos en Gran Bretaña, descartando así cualquier intento de amañar los resultados.[53] En 1999, Amazon.com, una librería virtual de Internet, realizó otra encuesta y la novela fue elegida como el libro del milenio.[64] En España, el suplemento cultural del diario ABC realizó una encuesta similar, con un número de 9.320 participantes, y El Señor de los Anillos obtuvo la séptima posición.[65]

Adaptaciones[]

Radiofónicas[]

La primera adaptación de El Señor de los Anillos se hizo para la radio, entre los años 1955 y 1956. La BBC Radio realizó en Reino Unido una adaptación de doce episodios, seis dedicados a La Comunidad del Anillo y otros seis para Las dos torres y El retorno del Rey, todos ellos adaptados y producidos por Terence Tiller. Sin embargo, aunque las adaptaciones ayudaron a dar a conocer los libros, a Tolkien le disgustaron.[66] Las adaptaciones fueron, además, discutidas en el programa de la BBC "The Critics" ("Los críticos") y los allí presentes mantuvieron la opinión de Tolkien, aunque confesaron no haberse leído el libro y desviaron sus críticas hacia éste y hacia el autor.[67]

A principios de la década de 1960, la emisora de radio WBAI-FM de Nueva York, emitió una breve adaptación de El Señor de los Anillos con música. Esta versión, que no había sido autorizada por Tolkien, fue suprimida más tarde por sus representantes legales.

En 1979, la National Public Radio emitió otra adaptación en Estados Unidos, producida por la compañía de radio The Mind's Eye y escrita por Bernard Mayes.[68] El guión, de aproximadamente once horas de duración, es una versión resumida del libro, que insiste más en el diálogo que en la descripción.

En 1981, la BBC Radio emitió una nueva adaptación, dirigida por Jane Morgan y Penny Leicester y escrita por Brian Sibley y Michael Bakewell. Esta vez el guión se hizo para 26 episodios, con una duración de media hora.[69] Si bien el guión sigue la historia del libro en casi todos los aspectos, el propio Sibley dijo que "no hay forma de acercarse exitosamente a la presentación dramática de esta historia".[70] El actor Ian Holm, que más tarde interpretaría a Bilbo en las adaptaciones cinematográficas del director Peter Jackson, puso su voz a Frodo. En 1982, se reeditó la adaptación, agrupando los episodios en tan solo trece, de una hora de duración cada uno.[69] En el año 2002, alentada por el éxito de las adaptaciones de Jackson, la BBC editó ligeramente la adaptación y la emitió de nuevo, publicándola también en casete y CD.

Cinematográficas[]

En 1956, El Señor de los Anillos ya había atraído la atención del mundo de cine. La editorial George Allen & Unwin informó a Tolkien de que una compañía estadounidense quería hacer una versión en dibujos animados de la novela y el autor se mostró muy interesado. Meses después, Forrest J. Ackerman, el agente de la compañía cinematográfica, le enseñó a Tolkien algunos de los bocetos elaborados para la película, junto con fotografías de paisajes americanos en los que podrían inspirar la Tierra Media. Tolkien les dio el visto bueno, pues no cayeron en la tentación de copiar el estilo de dibujos Disney, sino que se basaron en los trabajos del ilustrador Arthur Rachkman.[71] Sin embargo, el guión, elaborado por Morton Grady Zimmerman, incluía numerosas modificaciones en la historia, como usar las Águilas de Manwë de medio de transporte habitual, convertir El Poney Pisador en un hotel o el suicidio de Saruman. Tolkien se indignó cuando leyó el guión y se negó a que la obra fuera modificada de ese modo, cancelándose así la película.[72]

Archivo:KubrickForLook.jpg

Stanley Kubrick, director que intentó realizar la película de El Señor de los Anillos con Los Beatles.

El segundo intento de llevar El Señor de los Anillos a la gran pantalla ocurrió en 1967, de la mano del director estadounidense Stanley Kubrick, que quería hacer una versión de la novela con los miembros del grupo musical Los Beatles como protagonistas: Paul McCartney como Frodo, Ringo Starr como Sam, George Harrison como Gandalf, y John Lennon como Gollum.[73] Sin embargo, todo quedó en un proyecto después de que Tolkien lo rechazara.[74]

Archivo:Peter Jackson holding an Oscar.jpg

Peter Jackson, director de la famosa y oscarizada trilogía fílmica sobre la obra de Tolkien.

La empresa United Artists, que había comprado parte de los derechos de El Señor de los Anillos, contrató al cineasta John Boorman para realizar una adaptación de acción real a mediados de los setenta. Se elaboró un guión para una sola película, de unas 700 páginas y bastante adaptado, en el que desaparecían numerosos personajes, los Nazgûl montaban caballos sin piel, Arwen se convertía en una niña e incluso había una escena de sexo entre Frodo y Galadriel.[75] Sin embargo, el coste de la película hizo que no se llevara a cabo.[76] Ralph Bakshi, que se había unido al proyecto de Boorman, contactó con el por entonces presidente de Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), Dan Melnick, y acordaron comprarle el guión a Boorman; pero Melnick fue despedido y no pudieron comprar el guión.[76] Finalmente, United Artist aceptó distribuir la película, que fue dirigida por Bakshi, producida por Saul Zaentz y escrita por Peter S. Beagle. Fue hecha en formato de dibujos animados y rotoscopio, técnica en la que las escenas son filmadas con personas reales para luego convertirlas en animación, y cosechó un buen éxito financiero, aunque las críticas fueron variadas.[77]

En 1995, comenzó un proyecto para hacer una película de acción real de la mano del director neozelandés Peter Jackson. La compañía Miramax fue la primera interesada en el proyecto, pero lo acabó rechazando debido a que contemplaba la opción de una sola película, mientras que el guión, escrito por el propio Jackson, junto con su esposa, Fran Walsh, estaba hecho para dos.[78] Entonces, Jackson presentó el proyecto a New Line Cinema y se decidió que la novela fuera adaptada finalmente en tres partes, reescribiendo de nuevo el guión, que, esta vez, contó también con la ayuda de Philippa Boyens.[78] El rodaje comenzó en octubre de 1999 y finalizó en diciembre del 2000, contando cada película con un año de post-producción. La Comunidad del Anillo se estrenó en diciembre de 2001,[79] Las dos torres en diciembre de 2002[79] y El retorno del Rey en diciembre de 2003.[80] Supusieron un gran éxito de taquilla,[81] revivieron el fenómeno Tolkien[82] y, en su mayoría, tuvieron una buena acogida entre la crítica, consiguiendo entre las tres, diecisiete premios Óscar de la Academia de Cine de los Estados Unidos, de los treinta posibles[83][84][85] (la más galardonada fue la tercera parte, que obtuvo 11, precisamente los mismos que hitos del cine como Ben-Hur y Titanic).[86]

Otras[]

En 1980, se estrenó en televisión la película El retorno del Rey, hecha también en dibujos animados, y que pretendía ser una continuación de la película de Ralph Bakshi. Fue dirigida por Jules Bass y Arthur Rankin Jr., junto con el resto del equipo que ya hizo la película de El hobbit en 1977.[87]

En 1990, Recorded Books publicó una versión en audiolibro de la novela, leída por el actor británico Rob Inglis, que utiliza distintas voces para cada personaje y canta todas las canciones él mismo. Tolkien había escrito la música para algunas de las canciones del libro, pero fue Inglis, junto con la directora Claudia Howard, quien escribió el resto.[88]

También se ha hecho una adaptación teatral basada en el libro, un musical de tres horas de duración. En 2006 fue estrenado en Toronto, Ontario (Canadá), pero se cerró sin recuperar la inversión de los productores (18 millones de euros).[89] A pesar de ello, la producción se estrenó también en Londres, en junio de 2007,[89] y será cerrará en julio de 2008, tras 492 representaciones.[90] Esta nueva producción, algo más corta que la de Toronto, se ha convertido en la más cara (unos 25 millones de euros) de este tipo de representaciones y, a pesar de ello, las críticas que ha recibido son variadas[91] y los productores se están planteando abrir otra producción en alemán, en noviembre de 2009, y una gira por Nueva Zelanda, Australia y el Extremo Oriente.[90]

Véase también[]

Referencias[]

Plantilla:Listaref

Bibliografía[]

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Enlaces externos[]

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